PARADISO
Rogelio Llopis Fuentes
Un ave roc extraviado descubre una manada de elefantes paciendo a sus anchas en un valle bucólico, cercado de soberbias montañas. De pronto cae la tarde sobre el valle. Uno de los elefantes desaparece en el aire entre las garras del ave roc. El rapto no origina ninguna alteración del orden. Con el alejamiento del ave roc, la luz del día reasume sus tintes lozanos. La manada ha seguido paciendo con el corazón tranquilo.
El ave roc no tarda en comprender que aquel valle es un redil lleno de mansedumbre. Incluso los elefantes se muestran impertérritos. Sólo emiten algún impreciso o recatado sonido cuando en pleno vuelo son despeñados contra la tierra. Ninguna manifestación de violencia tiene sentido para la manada. El ave roc despuebla gozosamente aquel hermético paraíso. El apetito desmesurado de estas aves monumentales hace zozobrar el ánimo más recio.
El ave roc no tarda en comprender que aquel valle es un redil lleno de mansedumbre. Incluso los elefantes se muestran impertérritos. Sólo emiten algún impreciso o recatado sonido cuando en pleno vuelo son despeñados contra la tierra. Ninguna manifestación de violencia tiene sentido para la manada. El ave roc despuebla gozosamente aquel hermético paraíso. El apetito desmesurado de estas aves monumentales hace zozobrar el ánimo más recio.
1 comentario:
Excelente la frase del cierre!!!
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