A SU IMAGEN Y SEMEJANZA
Jorge X. Antares
Cambió un mero dígito en la norma del peso ideal y el error predeterminado se extendió en minutos por toda la red de redes.
El orondo hacker sonrió mientras pensaba en las veces que se habían reído de su sobrepeso. Un peso que ahora buscarían alcanzar como locos todos los habitantes del planeta.
El orondo hacker sonrió mientras pensaba en las veces que se habían reído de su sobrepeso. Un peso que ahora buscarían alcanzar como locos todos los habitantes del planeta.
1 comentario:
Aaaaaa
Saludos
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