VIDA INSULAR
Olga A. de Linares
San Brendano está hecha, como tantos otros sitios, de sueños y pesadillas, esperanzas y temores. Allí la vida transcurre con la misma minuciosa rutina que en cualquier otro lado. Para sus habitantes, no hay nada anormal en el discurrir de su nebulosa, calma existencia. Sólo sufren grandes sobresaltos cuando ven aparecer en el horizonte extrañas criaturas arboladas, a las que el viento marino hace agitar alas de formas y colores diversos. Sospechan los brendaneses que esos lomos, oscuros o refulgentes, ocultan monstruos y pestilencias mortales. Por suerte, las misteriosas visiones desaparecen pronto, tragadas por esa niebla que les resulta tan familiar, y así todos pueden seguir con sus asuntos, sin mayores inconvenientes.
1 comentario:
Muy bueno el sutil toque fantástico
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