Ella sabía que sus respuestas a los hechos eran exageradamente emocionales. Era así desde que había nacido. Todo lo que le sucedía era dramático. Vivía con miedo y difícilmente se relajaba; no conseguía que nada fuera trivial. Nacida en Occidente, hubiera deseado desarrollar la quietud serena de sus ancestros. La madre, reprimida y poco comunicativa, percibió su sufrimiento y le contó la historia. Había intentado, sin fortuna, salvar a su familia de los escombros de Hiroshima. Al ser rescatada supo lo que albergaba en el vientre.
Título original: Explosões
Traducción del portugués: GvH
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