Inspiración perdida - Jorge X. Antares
La musa se acercó a la mujer. Su labor era inspirarla y sacar de ella sus mejores ideas. Se puso cerca de su cabeza y agudizó el oído para escuchar mejor los pensamientos. Por primera vez en eras sintió nauseas y por primera vez en eras decidió no hacer su trabajo. Lo que vio superaba cualquier aberración. ¿Cómo podían haber elegido a esta mujer como responsable de la defensa de la nación más poderosa del planeta?
1 comentario:
Buenísimo!!!
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