viernes, 28 de enero de 2011

Siempre he sido, ¿cómo se dice...? Precoz - Stefano Valente


Cuando nací, mi madre ya llevaba veinte años muerta. Luego, obtuve mi grado universitario en la escuela primaria. En mi primera boda, mis hijos del tercer matrimonio fueron los testigos. Consigo trabajo, primer día, me siento en el escritorio, ¡buenos días!, los compañeros con los ojos desorbitados: “¿Pero no hace tres años que te jubilaste?”.
Basta. Esto no es vida. Cuando besé por primera vez a una mujer, sentí en los labios el frío de su tumba...
Me gustaría parar. Respirar profundamente. Reflexionar –sobre los segundos que transcurren lentamente-. Pero sé que es una ilusión. También esta pistola en la sien es inútil.
Apretar el gatillo no sirve de nada.
Y no es por cobardía.
Lo hago siempre, en cada reencarnación.

Traducción del escritor Alejandro Ramírez Giraldo (Colombia)
Stefano Valente

4 comentarios:

Angela dijo...

Este conto de Stefano é precioso! Tão bom vê-lo publicado aqui.

J. G. dijo...

impone a pesar de su brevedad.

Javier López dijo...

Fantástica micro, Stefano!
Abrazo.
Javi.

Stefano Valente dijo...

Muchas gracias a todos por las palabras tan bellas que... no merezco.

Abrazo.