CUCARACHAS
Sergio Gaut vel Hartman
Hay una cucaracha en la cima de una montaña de ropa sucia. Tomo la camisa y con un solo movimiento arrojo el insecto al inodoro. El cuerpo quitinoso entra en contacto con el líquido y comienza a luchar por la supervivencia. Dejo que se ilusione y suelto el agua del depósito. ¡Adios, mundo cruel!
Retorno a mis tareas: trabajo en un espantoso libro sobre un fraudulento santón bohemio del siglo XVII: Henrik Hlasek. Logro concentrarme, algo que no ocurre con frecuencia. De pronto oigo un furioso roce sobre el empapelado. ¿Qué ocurre? Suena como si una garra rascara...
—Otro idiota que nos subestima —dice una voz artificial, compuesta por millones de antenas frotándose entre sí.
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