LA MASCOTA
Carlos Feinstein
Encontró el cachorro abandonado una lluviosa noche de invierno; mojado y enfermo. Lo curó y lo alimentó. Él fue el único que le brindó cuidados y cariño. No era un perro normal, demasiado musculoso, grande y feroz, como lo comprobó un ladrón que intentó robar a su dueño y murió destrozado. Siempre estaban juntos y el animal lo seguía unos pasos atrás.
El hombre falleció y fue condenado a la desdicha eterna. El señor del averno se estremeció al notar que junto a la nueva alma caminaba una criatura más monstruosa que cualquiera por él conocida, una espantosa bestia indestructible que respondía ciegamente al humano. Percibió, aterrorizado, que su fin también había llegado.
Sobre el autor: Carlos Feinstein
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