jueves, 18 de septiembre de 2008

Leyendas de Argirón 5 - María del Pilar Jorge





Jor se deslizaba por los túneles de ventilación de “Ciudad Subterránea”. El roce de la fría roca sobre su piel le producía agradables cosquillas.
Repentinamente escuchó la discusión, provenía del despacho del gobernador. Espió.
—¡Estás loca! No pienso borrarle la memoria, no antes de sacarle la información que me interesa.
El ancho vientre de Brano vibraba de indignación.
—Pero eso sería una deslealtad —protestaba Rina.
—¡Deslealtad! La princesa nos lo obsequió, es mío… digo nuestro.
—Es que… ella cree que Txlisky desapareció en el Gran Atentado.
La retahíla de insultos, más propios de un recolector que del gobernante de Sariá, retumbó en el estrecho túnel.
—Fue un regalo de Keiron —confesó Rina—, quiso alejarlo, le tenía celos.
—¿Celos? ¡Por mis garras! Tequis guarda el secreto más preciado de este sistema.
—¿Acaso crees?
—¿Creer? Estoy seguro: jamás aceptes regalos de un humanoide.

No hay comentarios: