UNA MUJER
Mar Ugarte
—Jamás he estado…
Me quedé quieta sintiendo cómo la horrorosa realidad me bañaba; emocionalmente estaba a kilómetros de ahí y la palidez de mi cuerpo combinada con la más dura decepción ayudó a que girara sobre mis plataformas carmín. Caminé firmemente en sentido contrario a la parada de autobús, no quise escuchar cómo mi anhelado compañero terminaba su frase temblorosa:
—Con una mujer… como tú.
Me quedé quieta sintiendo cómo la horrorosa realidad me bañaba; emocionalmente estaba a kilómetros de ahí y la palidez de mi cuerpo combinada con la más dura decepción ayudó a que girara sobre mis plataformas carmín. Caminé firmemente en sentido contrario a la parada de autobús, no quise escuchar cómo mi anhelado compañero terminaba su frase temblorosa:
—Con una mujer… como tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario