EN LA OSCURIDAD
Martha Argel
Anabel quería dormir más un poco, y así hizo un hechizo para que el sol despuntara una hora más tarde. Pero Anabel aún era aprendiz en el oficio de las brujas, y el sol no nació a la mañana siguiente, y ni en las otras. Anabel no se despertó, y duerme hasta hoy, como duerme toda la humanidad. Llegué a creer que soy el único que está despierto, pero está claro que no, ya que usted está leyendo este relato.
Título original: Na escuridão
Traducción del portugués: GvH
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