Ensayos de extinción
Jorge Martín
Inermes, indefensos, desguarnecidos, desarmados. No hace falta demasiado para descomponernos en partes. Ahora que los bancos no sostienen nuestras fantasías de mundo seguro y las bolsas que suben y bajan no son tan divertidas como la montaña rusa, los dinosaurios se revuelcan de risa en sus tumbas fósiles. El meteorito que nos cayó encima es un adelantado que puso el pie en nuestro territorio. Dimos por sentado que podíamos sobrevivir a todas las catástrofes; no entró en la ecuación que ahora nosotros somos la catástrofe. ¿Cómo destruir el peligro sin expulsarnos nosotros mismos?
Todavía no fue la gota que colmó el vaso. Falta una parte de ese texto donde se relata los desastres en que estuvimos involucrados. Nos gusta jugar a la ruleta, cada vez apuntamos mejor. Suerte la próxima.
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