María se despierta en medio de la noche; ha tenido una horrible pesadilla en la que un ángel le comunicó que está embarazada, aunque ella sabe que no ha sido tocada por hombre alguno. Mira a su esposo que duerme en la estera vecina, un pobre carpintero que sólo la ha tomado por esposa para poder predicar en el templo. Tiene por él un gran respeto y no está arrepentida; sonríe: la historia se repite. ¿No dicen las viejas, acaso, que la madre del carpintero lo concibió del mismo modo, sin necesidad de simiente? Nunca creyó esas patrañas. Se levanta con la intención de ir a buscar agua para lavarse y se siente atravesada por el miedo cuando una sombra inmensa bloquea la puerta.
—Vamos a ayudarle a la profecía, María —dice sonriendo el ángel. Y abre las alas para abrazar a la mujer.
6 comentarios:
Muy buen cuento, Sergio. Me gustó.
Gostei muito!
Qué maravilla de cuento, Sergio. De verdad, extraordinario.
Buen relato, la verdad es misterio.
Picarón el angelito!
Estoy pensando seriamente en hacer una antología de microficciones bíblicas... Y si no da, bíblicas y mitológicas... ¿Religiosas? Hasta tengo un título, pero no lo digo...
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