Nació en un mercado, se divirtió oliendo a la gente del metro, su lugar favorito eran los baños, conoció todos los restaurantes y tomó el sol en 62 parques. Se sentía tan popular que con mucha seguridad entró a la casa más alumbrada de la zona. Y de repente ¡zaz! el matamoscas le aplaudió su fama.
Tomado de: http://ficcionminima.blogspot.com/
3 comentarios:
Que bom!
Gracioso y me gustó eso de "le aplaudió la fama".
Y bue', la buena vida tiene su fin.
Bah... la mala también, el tema es que parece más larga.
Calculando... Manco Cretino
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