CELESTE AÍDA
Héctor Ranea
Estábamos a orillas del canal recién abierto. Ella personificaría Aída en pocos días, en el estreno. Yo era un joven ingeniero con apenas una ópera escuchada en La Scala. Observaríamos el Sol surgiendo del mar Rojo la mañana siguiente. Esa noche ella cantó sólo para mí. Horas después, cuando apareció Venus en el cielo ya celeste, llegó Francesco Zappa y juntos se fueron, creo, volando.
2 comentarios:
Es un sueño?
Muy bueno Héctor
mirá a Francesco Zappa donde aparece...buen delirio...
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