DE SEVILLA A BOSTON
Olga A. de Linares
Se enamoró y está dispuesta a todo con tal que él también la ame.
Aunque tenga que romper con su padre para siempre. Porque Don Gustavo nunca le perdonará un cambio tan radical, está segura.
No le importa.
Al viejo le quedan sus hermanas, esas bobaliconas que siguen haciéndole caso. Cursis. Anticuadas. Mojigatas.
La onda, ahora, es otra.
Dark, gótica, tenebrosa, fatal.
Decidida, la golondrina abandona el nido, el balcón, el romanticismo...
Y, repitiendo “Never more, never more”, vuela hacia el Cuervo.
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