El descanso de un viajante - Walter D. Böhmer

EL DESCANSO DE UN VIAJANTE
Walter D. Böhmer

—Quiero una habitación —pidió el pasajero.
—El hotel esta lleno —anunció Arthur.
El viajante lo observó unos instantes con una mueca, pensando que le estaba tomando el pelo, al ver que el recepcionista detrás del mostrador no se inmutaba, bajó la vista a la chapa que descansaba en su saco.
—Señor Miller —dijo levantando la vista—. Afuera dice “habitaciones infinitas”; aunque el hotel esté lleno habría lugar.
—Lo siento, señor, el Hotel Paradoja es al lado.