EXTRAÑEZAS
Olga A. de Linares
No era un ángel, pero tenía alas.
Aunque no las usaba siempre.
Para poder levantar vuelo debían darse una serie de confluencias, una suma de circunstancias.
La luz era el factor más importante.
Sin embargo, muchos de sus mejores vuelos habían empezado en la oscuridad más absoluta.
Y la luz, entonces, nacía de sus propias alas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario