IMPOSIBILIDAD DE LOS LADRILLOS
Franz Casca
Crusoe no encuentra ninguna felicidad. Detesta las cabañas, la intemperie; quiere ladrillos, civilización. Pero en la isla son imposibles.
Cambia su enfoque. Compone de memoria unas aventuras urbanas sobre alguien como él: Daniel Defoe (rima con Crusoe), especulador empresario de las islas británicas.
Defoe es pionero, pero urbano: lo persiguen por puritano o por involucrarse en negocios intrépidos, contrae deudas monstruosas, funda el periodismo amarillo, escribe las primeras novelas en su idioma. Especula todo en una fábrica y al año está en quiebra. La fábrica era de ladrillos.
Crusoe imagina que Defoe redacta una noticia sobre un náufrago; será un libro, grueso como un ladrillo.
Entonces Crusoe vence a la isla. Tiene su ladrillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario