martes, 17 de junio de 2008

Lejos de Patolandia - Pablo Lorenzo


LEJOS DE PATOLANDIA
Pablo Lorenzo

El Pato Donald había llegado a la frontera. El universo no se podía expandir más. Retrocedía, o se perdía en la gran negrura del espacio.
Volvieron a surgir las preguntas.
Tal vez era verdad eso que Dios, un Dios único, esquivo, frío, lleno de lápices y fibrones, lo creó para que habitara algunas páginas. Cabía la posibilidad que no existiera, o podría ser que su cadáver estuviera flotando metido en un congelador durante milenios.
Las preguntas invocaban a otras, por eso Donald intuyó que había un Dios, pero este no era la fuente de toda sabiduría, sino el origen de todas las dudas, un Dios caprichoso, horrorosamente amorfo que jugaba a esconderse en la oscuridad.

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