NECESIDAD
Sergio Gaut vel Hartman
Hambruna europea de 1029. Se caza a un niño con un trozo de pan duro o unas cáscaras de manzana podrida. La vieja Omnigarda, tenida por bruja aunque sólo fuera una miserable y experta infanticida, embosca a Hansel y Gretel en un recodo del camino. La paciencia tiene recompensa y las criaturas van a parar al caldero, se convierten en guiso y terminan en el estómago de la vieja. Mientras hace la digestión, saciada a pesar de lo magro de las carnes, la vieja tiene una visión del futuro, alza el puño y eructa: —¡Grimm, malditos bastardos! ¿Qué les costaba poner mi nombre y hacerme inmortal? ¿Tan abominable es mi necesidad que merece el anonimato?
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