NÉMESIS
Olga A. de Linares
Y pensaron que podían crear al monstruo y tenerlo a su servicio.
Y así lo hicieron.
Y se regocijaron ante sus alas de dragón, su letal mordedura, su eficiencia mortal.
Y pensaron usarlo contra sus enemigos.
Y ellos también guardaban una bestia de fauces calcinantes.
Y un día, los monstruos fueron liberados.
Y ambos se encontraron en lo alto, sobre las ciudades diminutas e inermes.
Y hallándose bellos, magníficos a su terrible modo, se amaron
Y en su duplicado fuego, toda vida fue aniquilada.
Y las cenizas del mundo fueron su reino.
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