ONIROS
Christian Lisboa
La manada de caballos corría desbocada por la campiña. El frío amanecer lo despertó en medio del campo, vestido sólo con un camisón de dormir. El ruido atronador de los cascos golpeando el suelo confirmó su sospecha: se encontraba en medio de la trayectoria de los animales. Aterrado, intentó correr, pero sus piernas no respondían...
Data le dijo al capitán Picard: —No responde. ¿Por qué este paciente se descompensa tanto con la máquina inductora de sueños? ¿De qué época lo trajeron?
—Debes consultar tu base de datos. Viene de principios del siglo XX. Se llama Sigmund Freud.
1 comentario:
Ciencia ficción pura. Muy bueno.
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