lunes, 9 de junio de 2008

Una clase de moral - Sergio Gaut vel Hartman


—¡Puerco! ¡Viejo inmundo! ¡Pervertido! ¡Degenerado! Sucio corruptor de menores...
Nabokov pensó, desconcertado, que aquel día todos se habían vuelto locos y abrazó a su chica, dándole la espalda al desconocido, quien, agresivo, seguía blandiendo el puño y amenazaba con golpearlo.
—¿Qué quiere este tipo, Lolita? ¿De qué está disfrazado?
—No lo sé, Naby, pero es muy raro.
—Es raro, ¿por qué es tan raro? ¿Es un comunista revolucionario, un agitador bolchevique? —Nabokov se resistía a girar la cabeza; el tipo le daba mucho miedo.
—Se va, levanta vuelo; parece un pájaro, un avión...

1 comentario:

Roberto E. Maldonado dijo...

Lolita, símbolo de la libertad que algunos juzgan como libertinaje.
Y en el otro extremo: la moral más conservadora y recalcitrante envuelta en la capa de... ¡Superman!