BUS
María Castejón
Mi padre no entiende por qué me enfado tanto cuando no viene a recogerme tras los entrenamientos de hurling, y es porque no quiero tener que coger el autobús tan tarde. Me da miedo. A veces sube un hombre de la edad de mi padre, con traje y un maletín. Se sienta en el piso de arriba, siempre al lado de alguna chica de mi edad, que vuelve como yo, del colegio sola. Entonces le dice algo, ella ríe, él le enseña algo del maletín y se bajan en silencio en la parada siguiente.
A las chicas que se han ido con él no las he vuelto a ver; pero no me daría tanto miedo si las niñas no se fueran con él con los ojos en blanco.
Publicado en Microhorror.
Ilustración: Salvador Dalí
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