EL TIGRE
Franz Kafka
En cierta ocasión, al célebre domador Burson le llevaron un tigre, para que ofreciera su opinión sobre la posibilidad de domesticar al animal. La pequeña jaula en que venía el tigre fue introducida en la jaula de domesticación, que tenía las dimensiones de un salón: se hallaba en un barrio de barracas a buena distancia de la ciudad. Los asistentes se fueron: Burson siempre quería estar completamente a solas con un animal en su primer encuentro con éste. El tigre se echó muy tranquilamente; hacía un momento había sido espléndidamente alimentado. Bostezó un par de veces, echó unas miradas cansinas a su flamante alrededor, e inmediatamente se durmió.
Ilustración: Salvador Dalí
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