LO QUE NO TE MATA, ¿TE HARÁ MÁS FUERTE?
José Ramón Vila (Txerra)
¡Dios! ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
¿Horas? ¿Días? ¿Meses, tal vez?
Recuerdo vagar por solitarias calles, la inesperada caída a plomo en las cloacas. Algún gusano maloliente retiró la tapa de una alcantarilla. ¿Resultado? Dos piernas fracturadas, un dolor intenso, la inmundicia y el detritus que vomita nuestra refinada civilización pasando por mi boca...
Perdí el sentido.
Desperté entre fuertes náuseas y una profunda oscuridad.
Ya no había dolor. Me levanté —sí, pude ponerme de pie— con una fuerza sorprendente.
Me sentía eufórico, invencible. El repugnante caldo de residuos me había hecho invulnerable.
Busqué a tientas una salida hacia la civilización.
Trepé por una escalera y empujé la pesada tapa.
Cualquier mínima luz de la calle resultó cegadora. Escuché un insistente claxon, la estridente frenada...
Recibí un golpe violento, vomité mi preciado caldo y el dolor regresó.
¿Horas? ¿Días? ¿Meses, tal vez?
Recuerdo vagar por solitarias calles, la inesperada caída a plomo en las cloacas. Algún gusano maloliente retiró la tapa de una alcantarilla. ¿Resultado? Dos piernas fracturadas, un dolor intenso, la inmundicia y el detritus que vomita nuestra refinada civilización pasando por mi boca...
Perdí el sentido.
Desperté entre fuertes náuseas y una profunda oscuridad.
Ya no había dolor. Me levanté —sí, pude ponerme de pie— con una fuerza sorprendente.
Me sentía eufórico, invencible. El repugnante caldo de residuos me había hecho invulnerable.
Busqué a tientas una salida hacia la civilización.
Trepé por una escalera y empujé la pesada tapa.
Cualquier mínima luz de la calle resultó cegadora. Escuché un insistente claxon, la estridente frenada...
Recibí un golpe violento, vomité mi preciado caldo y el dolor regresó.
1 comentario:
Oye! prometía ser un buen comienzo para un superhéroe... digamos que mata a los villanos con un escupitajo, ¿lo mató el auto?
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