CAUSALIDAD
Beatriz Mingo
El niño lloraba desconsoladamente. ¡Deseaba tanto haber hecho bien aquel examen! Lo deseó con tanta fuerza que, gracias a las leyes de la mecánica cuántica, esa ínfima probabilidad fue de pronto una certeza. El hecho de que dos y dos súbitamente sumasen cinco no tuvo grandes consecuencias. El cambio en la tercera cifra decimal de pi hizo explotar el Universo.
Ilustración: Salvador Dalí
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