AMORES TURBIOS
Lucía Coria
Dos niños pelean por el mismo juguete.
—Aparta a ese bastardo de mi hija —grita la elegante dama rubia.
El esclavo abraza a su hijo. Recuerda cuando su ama lo invitaba a compartir el lecho. Y la noche en que alumbró a ese mulato y le ordenó: —Hazlo desaparecer, o mi marido se dará cuenta de que es hijo tuyo.
El pequeño Obama, ya seguro en los brazos del Tio Tom, grita: —¡Algún día me las pagarás, Hilary!
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