COCODRILOS II
Olga A. de Linares
"¡Tenés un cocodrilo en el bolsillo, ché!", le dicen sus compañeros, con tono entre divertido y desdeñoso, mientras ríen a carcajadas ante su expresión azorada.
No saben que eso le sale carísimo, por más que cualquiera pueda pensar lo contrario. Basta con sacar la cuenta de lo que se gasta en vendas, agua oxigenada y alimento balanceado para saurios quisquillosos.
Para él resulta claro que, además, ninguno tiene la menor idea de lo peligroso que resulta cualquier intento de recuperar los pesos que, en un momento de distracción, ha guardado junto al maldito reptil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario