EL ASESINO DE LA PIZZERÍA
Carlos Feinstein
—Cabo Requena, ¡cabo Requenaaaaaaaaaaaaaaaaa!, el balde...
—gritó el inspector Mordancio, a punto de vomitar la borrachera en la esquina de su oficina.
—Cana de mierda —murmuró Requena.
—Requena —aulló el inspector—: suelte al tal Giorno, ese que creemos que se cargó al que se hacía llamar Saurio. Se presentaron unos en el juzgado diciendo que estuvieron con él en Banchero, el viernes. Y que Giorno se mandó cuatro calabresas. Yo no les creo, estoy seguro que él boleteó al bicho. Estos se juntan en la pizzería a inventar historias, son todos cuenteros.
Sobre el autor: Carlos Feinstein
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