Me presento, soy Linnaeus y… ¡Oh, no! ¡Me he convertido en una planta! Un vegetal que no se mueve de su sitio. ¡Mis brazos son hojas y mis piernas tallos! Abro la boca y los pétalos se zarandean. No puede ser, ¡debo estar soñando!
Lo que me queda es abrazar a cualquiera que pase por aquí. ¡Veo una MOSCA! Abro mis pétalos sin sueños y la trago. Adiós amigos, si pasan o pasean por el Jardín Botánico no dejen de visitarme. Quizás se queden sin un ojo, sin un dedo, sin nariz. Pero tendrán el sumo placer de conocerme... íntimamente.
Sobre la autora: Adriana Alarco de Zadra
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