LA ALCANTARILLA
Liliana Savoia
El pesimista Adolph se encontraba limpiando la alcantarilla oeste cuando al pasar a otra del lado sur el universo se transformó: sus ojos se encontraron ante una imagen que lo aterrorizó. Una comunidad subterránea de un desarrollo tecnológico inusual, donde los roedores parecían dominar, una atmósfera sórdida que revelaba miseria, abandono y promiscuidad.
Ante tanta impureza, Adolph quedó muy afectado, desanduvo sus pasos sintiendo un vuelco en el estómago y al llegar a la superficie decidió volver a la mañana siguiente trayendo a su fiel Tom.
—Mañana, las ratas —dijo.
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