VACILANDO CON FIRMEZA
Sergio Gaut vel Hartman
—¿Sabe qué me gusta más que nada, Maliánov?
—Diga —respondió el ruso tendiendo el vaso para que se lo volviera a llenar de vodka.
—Vivir en los textos ajenos.
—¿De qué manera?
—Simple. Abro un libro y me comporto como si fuese el único terráqueo vigilado por una supercivilización. La del Libro, claro.
—¡Qué idiota!
—¿Por qué?
—Porque eso es ficción. Ficción barata, con cubiertas baratas, de vivos colores.
—Por mucho menos que eso —repliqué— la supercivilización consideraría que tiene derecho a emplear severas "medidas de tercer grado". —Y lo borré sin compasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario