Nimzowitch deploraba que le fumaran en la cara. Maroczy lo sabía y por eso dejaba un habano apagado sobre la mesa durante toda la partida.
Teniendo en cuenta que la amenaza es más fuerte que su ejecución, Nimzowitch decidió usar una estrategia similar y cuando le tocó jugar su partida del torneo de Richmond de 1938 contra el campeón norteamericano, puso un Colt 45 junto al reloj y se sentó tranquilamente a esperar. La amenaza es más fuerte, estaba pensando, cuando entró su adversario, Boogie el aceitoso, vio el arma y disparó sin vacilar.
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