MACHINE
Liliana Savoia
Empalideció al abrir el sobre del College of Science, éste le confirmaba la beca para estudiar en Londres y luego enseñar en el College of Cambridge. Después la vida le sonrió: había enfermado de los pulmones. Sin salvación, se dedicaría a escribir fantasía científica y a hacer descripciones proféticas sobre tecnología. Pero debido a un minúsculo error, The Time Machine trajo un cargamento de penicilina con que el escritor fue medicado. H.G. no paraba de maldecir. Ahora, sin la excusa de la tuberculosis no podría vaguear y escribir esas cien estupideces que había planeado largo tiempo atrás.
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