MURIENDO
Sergio Gaut vel Hartman
Pongámoslo así, crudo: se está por morir. Sabe que todo lo que fue, supo y sintió se disolverá en la nada. Entonces, con el hacha del verdugo sobre el cuello, se le ocurre un último lance: un pedido de auxilio a los que no están muertos porque nunca estuvieron vivos. Llama primero a Sandokan, pero también a Janie, a Huck y Tom, a Pedro Bala, a Espartaco, a Odo, a Garrón, a los pingüinos de France, a Gulliver, a Crusoe, a Gargantúa... los llama a todos; confía en que alguno de ellos vendrá a rescatarlo.
1 comentario:
Espartaco me hace un poco de ruido en la enumeración... Aunque sea a la vez personaje real y literario, todos los demás creo que son sólo literarios.
Detalles, detalles...
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