NUESTRO VIAJE
Carlos Feinstein
Habiendo remado por un tiempo, izamos las velas. Prendimos la caldera de vapor y las ruedas nos impulsaron. Dimos potencia a las hélices y la velocidad aumentó. Reemplazamos el carbón por petróleo, y todavía insatisfechos armamos las alas y despegamos. Necesitando más energía utilizamos los jets y los turbo inyectamos. No conformes, encendimos el reactor quemando uranio y luego hidrógeno. Para mejorar la velocidad expandimos el propelente con la reacción nuclear. No habiendo llegado a destino, nos movimos a través del sub-espacio con la mayor energía provista por la aniquilación de quarks.
Pero manejar la maquinaria no es lo difícil. Lo doloroso es nacer, crecer y morir, una y otra vez, para continuar con el viaje.
Sobre el autor: Carlos Feinstein
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