POCAS LEYES
Walter Bohmer
—¿Adónde vas a esta hora, Isaac?
Asimov dio vuelta la cabeza sin soltar la puerta entreabierta.
—¿Adónde crees que puedo ir?
—No sé —respondió mientras miraba el reloj—. Son las tres de la mañana, conociéndote... puedes ir a muchos lugares.
—Tengo que ir, de lo contrario se me irá la idea.
—Debo protegerte —dijo—, pero no pienso salir de madrugada a la calle; que me metan en una trituradora si quieren. —Y apago la alarma que sonaba en su pecho.
—Debería haber escrito mas de tres —se quejó Isaac y cerró la puerta.
2 comentarios:
Bueno, Walter. Y un lindo recuerdo para el autor, de paso.
Gracias Olga... muchos cariños.
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