PRUEBA DE EXISTENCIA
Roberto Ortiz
Despertó en la madrugada. Hacía meses, desde que los bárbaros habían invadido, que estaba replegado en aquella caja que era su hogar y su escondite. Cuando los lamentos cesaron, abrió la ventana. El viento desparramó las hojas de cuentos y ficciones con historias del hombre, de su evolución y su caída, de la curva malthusiana. Desesperado, se lanzó al precipicio. Para entonces un tajador le sacaba punta al lápiz.
El escritor miró por la ventana y supo que los bárbaros habían llegado. Después de siglos, sólo se encontraron hojas inconclusas de cuentos y ficciones.
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