domingo, 14 de diciembre de 2008

Frizado - Gonzalo Dávila


FRIZADO
Gonzalo Dávila

Los profesores ya no vienen. Parece que estoy “caliente”, aunque no sea la clase de calentura del enojo contenido, tampoco la de Guantánamo. En Semipalatinsk hacen experimentos con radiación y parece que mido mal, algo así como 5000 mSv. Lo peor es que ahora comprendo mi situación y los motivos por los que me sugirieron escribir microficciones: esto es una microficción, de alguna manera, mi pasaporte a la eternidad, aunque no faltarán los que digan que es un testamento. Los profesores, que me alentaron para que sea escritor, estarán orgullosos de mí, aunque lo último que pergeñe sea mi propio epitafio.
—Como epitafio es larguísimo —dijeron los profesores a coro—. ¡Acorte, Dávila! ¿No le enseñamos a acortar?
De acuerdo, lo acortaré. Por ahí me distinguen subiendo el texto a uno de los blogs. Ahí va: “Aquí yace Gonzalo Dávila, frito en el hielo de Siberia”.

Foto: Vista de Valencia

1 comentario:

pato dijo...

¿Siberia? ¿Hielo? Mmmm... Me suena conocido. Sí, los profesores suelen aconsejar meter algunos escritos en el freezer. Pero siempre tenés la esperanza de la resurrecc... digo de la reelaboración.