OJITO CON EL NIÑO
Santiago Eximeno
—Oye, me marcho un momento —dijo el hombre—. Échale un ojo al niño.
La mujer movió la cabeza, intentó gritar, pero la mordaza que cubría su boca no se lo permitió.
El niño se acercó a ella con la cuchara en la mano, mientras el hombre sonreía.
—Está bien, está bien, olvídalo —dijo el hombre—. Ya se sirve él solito.
La mujer movió la cabeza, intentó gritar, pero la mordaza que cubría su boca no se lo permitió.
El niño se acercó a ella con la cuchara en la mano, mientras el hombre sonreía.
—Está bien, está bien, olvídalo —dijo el hombre—. Ya se sirve él solito.
1 comentario:
Muy bien educadito el nene. Es bueno que se sepan manejar en el mundo desde niños. Buenísimo, che!
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