El Papa sintió un roce maligno en el pie y no tuvo más remedio que sacarse el zapato. ¡Una papa! ¡Y qué irritado estaba el talón! Si se hubiera casado no tendría este problema. ¿Y si se eliminaba el celibato para resolverlo? ¡Absurdo! El Papa pensó intensamente en el tema y se imaginó cómo sería el matrimonio con una papa. No tardó en descartar las conclusiones derivadas de esa línea y encaminó sus reflexiones hacia la posibilidad de juntar todas las medias de santas y santos que dormían su sueño eterno en la sala de reliquias. ¿Qué podría suceder? Superponiendo todas las papas… ¡Eureka! En la pelota se iba a formar un agujero negro, sin lugar a dudas, y por ese agujero se introducirían los misioneros con su nave, todos convenientemente reducidos, preparados a conciencia para catequizar a las criaturas de los más recónditos planetas de todas las galaxias.
JUEGOS FLORALES 2024
Hace 2 meses
4 comentarios:
Muchachos, ¿Ustedes tienen algún sentido que yo desconozco? Este cuento es un delirio monumental y muy cercano a algunas ideas no-humanas. Ahora le temo aún más al Papa...
Fabricando fit faber, age quod ages. Timor domini, initium sapientiae, in taberna, quando sumus alea jacta est.
Mmm le temo a los porteños aún cuando te invitan a un asado...
Pues acá no hay más que un porteño y no soy yo, aunque me gusta el mar. Sólo para aclarar antes de que oscurezca aunque es de noche.
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