jueves, 3 de febrero de 2011

Mirando dormir a una mujer (fragmento) - Juan Forn


En medio del acto sexual, un hombre repara en que le ha sacado unas gotas de sangre al pecho de su amada, no entiende cómo. Ella tampoco, cuando él se lo hace ver después del orgasmo: ni siquiera puede localizar el punto de donde salieron esas gotas de sangre. En la vida de ese hombre, esa joven terminará siendo únicamente ese momento: aquel en el que aprendió que los labios pueden, si son lo suficientemente suaves, sacar sangre del cuerpo amado sin que duela, más bien al contrario.


tomado de Página12