El Samonta, Juglarísimo de Andrómeda, se enemistó con el payador Minotauro, que le había robado un poncho en un asado comunitario de la feria del Libro Galáctico. Toda la nebulosa se retobó y preparó una invasión de órdago para recuperarlo. Cayeron de los cielos como plaga de langosta, directo, porque los de Andrómeda ni naves necesitan y estaban como agua para mate cordobés, recalientes. Invadieron primero los planetas limítrofes y se comieron todo el papel que había, por lo que la cultura humana no digitalizada desapareció de repente. Fue un malón de antología.
—¿Se da cuenta de lo que hizo, irresponsable? —El Sumo Editor increpó al Samonta—. Afectaron a todo el Planeta.
—No nos importa el Planeta —replicó Samonta—, ni el Alfa Guara, ni el Taurus, ni los cojones de Norma; ahora todo será de Andrómeda hasta el fin de los tiempos.
Y así fue.
1 comentario:
Ciencia ficción 100% criolla, muy buena la fusión...ahahah, y cómo es el primer texto publicado en esta ocasión festiva, por aquí felicito la labor del colectivo que hace posible este blog, por 5000, 10000, infinitos (infintintos) textos más...
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