El dragón fue abatido en pleno vuelo, las mujeres sensuales fueron perseguidas y cazadas una a una, el hombre de arena había perecido.
Finalmente los programas de cómputo habían acabado con los únicos que se les oponían; ahora ellos serían los únicos señores de la realidad virtual.
Los hombres nunca supieron lo que había ocurrido, tan sólo que desde ese día jamás volvieron a soñar. Tuvieron que conformarse con remplazar aquel mundo onírico con programas de software.
1 comentario:
Sí señor! El software se ha convertido en nuestra Inquisición. Sueño v. 1.0 no está mal, pero me gustaba el sueño como antes... Gracias por el cuento!
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