LA CANTINA
Carlos Feinstein
Kang, conocedor de truhanes y personajes indeseables, se enteró de que en una cantina clandestina de Betelgeuse 5 se servían humanos. Sin hacer ningún esfuerzo convenció a Kodos y juntos se dirigieron al lugar.
Con la prepotencia del dinero se hicieron servir el plato de la casa, cocido y asado de diversas formas, aunque ignorantes de que el asqueroso parásito
velt’huel, quemado con el jugo gástrico de una hembra
fervyahour, adquiere la textura de la carne humana, pero jamás su exquisito sabor.
Ambos quedaron muy desilusionados, ya que después de años de escuchar excelentes comentarios sobre la delicia, ésta no satisfacía sus expectativas. Por supuesto ignoraban la popular frase terrestre: les habían dado gato por liebre.
Sobre el autor: Carlos Feinstein
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