Tinelli corre en la Gran Maratón de Londres. El goma entrenó durante meses, ahora corre como si lo llevara el diablo. Se separa del resto, supera la meta y sigue corriendo sin poder parar. Cae la noche y una niebla anacrónica cubre la ciudad. Sólo se ven las luces de unas farolas. Se detiene exhausto en un callejón oscuro, ante una puerta. Sale un hombre bajo y deforme, amenazante. El hombre golpea al goma con su bastón, lo derriba y patea con furia hasta que sólo queda una papilla hedionda entre los adoquines.
3 comentarios:
¡Que alguien le avise que era una jodita para Video Match!
¡Nooo, pa qué! Hoy espiaré la canaleta a ver si hay algo de deseo cumplido en la pantalla... Bueno, lo hediondo... ¡seguro que va a estar! ¡Linda expresión de deseos!
Todo lo que sea para mal del "cuervo mediático", tiene mi apoyo.
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