EXTINCIÓN
José Ramón Vila (Txerra)
Año 2035. La humanidad camina hacia la inexorable aniquilación. Los seres humanos luchan ferozmente en las calles. Nadie está a salvo. ¿Se desencadenó por hambre o miseria? No. ¿Acaso es un conflicto como consecuencia de ansias expansivas o provocaciones unilaterales o multilaterales? Tampoco. Ni siquiera es el fruto de un desastre natural o una amenaza proveniente del espacio exterior. La hecatombe ha llegado de dónde nadie sospechó jamás: la angustiosa falta de espacio para estacionar el automóvil. No hay sitio en nuestras ciudades donde dejar el coche y la gente comenzó a vivir en el auto esperando que alguien dejara un hueco libre. Lo que comenzó con pequeñas disputas y provocaciones sin importancia fue desembocando en algo más grave. Hace días que los enfrentamientos son a vida o muerte.
Ha salido el ejército a las calles y ahora la guerra es total.
2 comentarios:
La primera advertencia contra ese dominio de espacio por parte de los automóviles, la hizo J.G. Ballard.
Pero no le hicimos caso y ahí están las consecuencias.
¡Muy bueno tu cuento!
La falta de espacio para aparcar el coche es un tema muy serio y crispante hoy en día. Veremos en qué termina en unos pocos años.
Gracias por comentar, Javier.
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