sábado, 5 de febrero de 2011

Escrito en un cuaderno - Guillermo Rossini & Sergio Gaut vel Hartman


La tapa del cuaderno estaba descolorida. El hombre lo abrió con cuidado y empezó a escribir. Desde la otra mesa, yo lo observaba con atención y sorpresa: a medida que la mano se movía, su figura iba desvaneciéndose. Primero, alrededor de la cabeza se formó una especie de halo grisáceo y luego todo el cuerpo adquirió una tonalidad cenicienta a la vez que el bar se hacía más nítido y real. Llegado un punto, el hombre, por entonces apenas una transparencia, miró hacia donde yo estaba y me guiñó el ojo.
—¿Qué se siente? —dijo.
—¿Me habla a mí?
—Sí, a usted, aunque podría tutearte.
—¿Nos conocemos?
—Yo te conozco. Te acabo de dar vida. Sos el personaje de esta microficción.
Tragué con dificultad. Eso sólo podía significar una cosa. Y no me gustó en absoluto.

2 comentarios:

El Titán dijo...

y si: dominado por las leyes de la literatura en vez de por las de la física...

Javier López dijo...

Una vuelta de tuerca más en el apasionante mundo de las minimetaficciones autor-personaje. Muy buena!